Luz: La Calathea roseopicta prefiere una luz indirecta y no tolera la luz solar directa. Es importante evitar colocar la planta en un lugar donde reciba luz solar directa durante todo el día, ya que esto puede quemar las hojas.
Riego: Es importante mantener el suelo húmedo en todo momento, sin embargo, es importante evitar el encharcamiento ya que las raíces pueden pudrirse. Es recomendable utilizar una maceta con drenaje para evitar el exceso de agua.
Humedad: Como ya hemos comentado, esta planta prefiere un ambiente húmedo. Es recomendable usar un humidificador o colocar un plato con agua cerca de la planta para aumentar la humedad alrededor de ella.
Poda: Es recomendable podar las hojas secas o dañadas de la Calathea roseopicta para mantener una apariencia saludable.
Propagación: La Calathea roseopicta se puede propagar por división de raíces o por esquejes de hojas. Es importante asegurarse de que las raíces estén bien establecidas antes de trasplantarla.